Muy querida Filotea, te escribo para advertir a tu corazón. Para que tu corazón no se apague en nada al demonio, al mundo y a la carne; sino que se apegue solo a Dios. Así empecé la otra carta y así empiezo también esta. Muy querida Filotea, el Diablo se sirve de sus demonios, se sirve del mundo y se sirve de la carne para hacernos cada vez más y más mundanos; sin embargo, Dios quiere hacernos cada vez más y más humanos. Muy querida Filotea, la mundanidad nos aleja de Dios y nos aleja del prójimo; sin embargo la humanidad nos acerca a Dios y nos acerca al prójimo. ¿Quieres saber si eres mundana o si eres humana? Examínate y cae en la cuenta si estas lejos de Dios o estás cerca de Dios; si estás lejos del prójimo o estás cerca del prójimo. Así pues, los Diez Mandamiento y el Mandamiento del Amor que es el espejo donde se ha de mirar tu corazón, es espejo que nos muestra que si eres mundana o si eres humana. Muy querida Filotea, con Dios o contra Dios; con demonio, mundo y carne o contra