Muy querida Filotea, te escribo esta carta para recordarte la importancia del amor, que el amor me lo ha explicado todo. Mi Filotea, así se nos ha revelado Dios: Dios es Amor. Así pues, todas las acciones de Dios son actos de Amor. La Creación es acto de Amor de Dios; la Encarnación es acto de Amor de Dios; la Redención es acto de Amor de Dios; la Iglesia es acto de Amor de Dios... tú y yo, todos y cada uno de nosotros somos acto de amor de nuestros padres y acto de Amor de Dios. Filotea, hija mía, me detengo en ver cómo el Amor de Dios y el amor de las criaturas es un amor creativo y constructivo, que crea y que construye. El amor lleva a entregarse, entregarse lleva a servir, servir lleva a un amor mayor. Filotea, hija mía, me detengo en ver cómo el odio de las criaturas es odio destructivo, que destruye. El odio lleva a reservarse, reservarse lleva a servirse, servirse lleva a un odio mayor. Filotea, muy querida Filotea, es propio de los cristianos el cultivar en su corazón el amor ...
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