Muy querida Filotea, te escribo esta carta para recordarte que somos cristianos, esto es amigos de Dios, amigos de Jesucristo. Los cristianos somos conocedores del Amor de Jesucristo, del Amor de Dios. Siendo este Amor tan sumamente bueno, verdadero y bello, tan sumamente perfecto, los hemos de guardar en nuestro corazón con celo y con celo a toda la creación lo hemos de llevar. Aquel cristiano, mi Filotea, que guarda el Amor de Dios en su corazón y lo custodia con su amor más bueno posible, más verdadero posible, más bello posible, con su amor más perfecto posible, ese es realmente amigo de Dios y Dios de él. Aquel cristiano, mi Filotea, que es realmente amigo de Dios, ve florecer en su amor los mismos sentimientos del Amor de Dios que guarda y custodia en su corazón. Y así como Dios que es Amor está en constante actividad, así manda a sus amigos más íntimos a ser prolongación de su Amor, a ser testigos de su Amor, con todos, en todo momento y en todo lugar. Muy querida Filotea, custo