“ Juan Pablo II esperó unos segundos antes de volver a hablar, pero esta vez lo hizo con voz grave y con mirada seria. «Jane: no creas que a partir de ahora las cosas serán perfectas. La vida es el Calvario y nuestro destino es la cruz si deseas llegar al cielo. Solo a través de la cruz se entra en el cielo, pero ahora ya tienes la paz de Cristo dentro de ti. No obstante vendrán más pruebas a tu vida y algunas serán duras.. No tengo miedo , pues te dejo un arma infalible contra la tristeza. Mira...». Y entonces, Juan Pablo II abrió la palma de la otra mano y le enseño un rosario. «Ésta es la mayor protección que puedes encontrar en la vida; debes rezarlo todos los días. Solo así vivirás con protección. Ahora vete en paz». ” Cielo e Infierno: Verdades de Dios, Capítulo 10: Soñé con Juan Pablo II (pág. 145), María Vallejo-Nágera. • • • • Comentario Somos cristianos, discípulos de Cristo; somos cristianos, hermanos del Crucificado. Ciertamente, el que quiera vivir temporalmente con Cristo