Ir al contenido principal

“Sorprende el armamento que...” [15/III/2022]

“En Toledo las fuerzas adictas al alzamiento quedan atrincheradas en el Alcázar, que muy pronto es acercado y asediado por el ejército republicano. Antonio ha entrado en la fortaleza, como defensor, con la convicción de que ése es su deber. Sorprende el armamento que se ha llevado para este combate: el evangelio, el rosario y el cilicio. Una vez dentro del alcázar pondrán en sus manos un fusil. En casa queda el resto de la familia.”

José Rivera Ramírez. Pasión por la santidad, Fundación GRATIS DATE (pág. 18), José Manuel Alonso Ampuero

Comentario

El cristiano debe llevar consigo el evangelio, el rosario y la cruz. Estos nos recuerdan las palabras de Jesús.

Evangelio: No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4, 4) y, aquel otro que dice, si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra (Juan 15, 20).

Rosario: ¿No habéis podido velar una hora conmigo? (Mateo 26, 40) y, aquel otro que dice, mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen (Lucas 8, 21).

Cruz: El que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí (Mateo 10, 38) y, aquel otro que dice, y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí (Juan 12, 32).

El evangelio es alimento que sacia el alma; el rosario es oración que nos dispone a estar con Dios y a escuchar su voz; la cruz es instrumento de identificación con Cristo.

Mediante la cruz somos introducidos en la presencia de Dios; mediante el rosario el alma habla a Dios; mediante el evangelio Dios habla al alma.

El cristiano debe llevar consigo el evangelio, el rosario y la cruz. Estos sean para él recuerdo vivo de que Jesús vive en él y de que él ha de vivir en Jesús.

Comentarios

Entradas populares de este blog

“José, con su vida, parece querer decirnos que...” [24/XI/2021]

“José, con su vida, parece querer decirnos que siempre estamos llamados a sentirnos custodios de nuestros hermanos, custodios de quien se nos ha puesto al lado, de quien el Señor nos encomienda a través de muchas circunstancias de la vida.” Audiencia General, 24/XI/2021, Papa Francisco • • • • Comentario ¿Soy yo el guardián de mi hermano? (Gen 4, 9). Ciertamente somos guardianes, custodios de nuestros hermanos, de todos y cada unos, sea quién sea. Todos estamos encargados del cuidado de todos, hemos de comprometernos todos con todos. Y todos somos custodiados y guardados por el Custodio, por el Guardián. Jesucristo es nuestro Custodio, nuestro Guardián. El aprendió esta tarea de su padre José encargado de custodiar y guardar a la Sagrada Familia, custodio y guardián de Jesús y María. Y Dios nos preguntará por nuestro hermano ¿dónde está tu hermano? (cf. Gn 4, 9) ¿le has cuidado? ¿le has cuidado como Jesús te cuida? ¿le has cuidado como Jesús le cuida? ¿te has preocupado por él? ¿te ha...

“Cristiano y satánico” [25/V/2022]

Muy querida Filotea, te escribo esta carta para recordarte la importancia del amor, que el amor me lo ha explicado todo. Mi Filotea, así se nos ha revelado Dios: Dios es Amor. Así pues, todas las acciones de Dios son actos de Amor. La Creación es acto de Amor de Dios; la Encarnación es acto de Amor de Dios; la Redención es acto de Amor de Dios; la Iglesia es acto de Amor de Dios... tú y yo, todos y cada uno de nosotros somos acto de amor de nuestros padres y acto de Amor de Dios. Filotea, hija mía, me detengo en ver cómo el Amor de Dios y el amor de las criaturas es un amor creativo y constructivo, que crea y que construye. El amor lleva a entregarse, entregarse lleva a servir, servir lleva a un amor mayor. Filotea, hija mía, me detengo en ver cómo el odio de las criaturas es odio destructivo, que destruye. El odio lleva a reservarse, reservarse lleva a servirse, servirse lleva a un odio mayor. Filotea, muy querida Filotea, es propio de los cristianos el cultivar en su corazón el amor ...

“Tiempo para Dios” [31/V/2022]

Teófilo, mi tan querido Teófilo, te escribo esta carta para recordarte que estoy vivo y te quiero vivo. Teófilo, vivo en el Sagrario, mi casa entre los hombres. Mas tengo contra ti y contra muchos el que no me visitáis lo suficiente. ¿Quieres vivir? Yo soy la Vida. ¿Quieres saber? Yo soy la Verdad. ¿Quieres ser bueno? Yo soy la Bondad. ¿Quieres contemplar lo bello? Yo soy la Belleza. ¿Quieres amar? Yo soy el Amor. Teófilo, ven a Mí y procura de pasar largos ratos conmigo: unos dialogando, otros callando; unos alegres, otros tristes; unos sonrientes, otros llorosos; unos gozosos, otros dolorosos... Así es, mi tan querido Teófilo, amor y cruz están unidos. El amor puro no es el que está en los momentos alegres y gozosos, sino el que ante todo está en los momentos tristes y dolorosos. Los momentos dolorosos y tristes son como las noches, solo son alumbrados por un puñado de estrellas y de la Luna, pocas estrellas y lunas, pues son pocos los que aman en la cruz. Los momentos gozosos y aleg...